domingo, 26 de octubre de 2008

Ideología Política (Samuel Phillips Huntington)

Cuando se habla de ideología política, habitualmente se entiende como un conjunto de ideas, sentimientos y tradiciones que imprimen carácter a una sociedad. (Arnoletto, 2007) Para situar un determinado autor dentro de una ideología en especial, es necesario analizar sus preferencias y argumentos, por ejemplo, sobre temas como la democracia, el protagonismo del Estado, el mercado, los servicios, etcétera. Es importante mencionar que la ideología no consiste en delimitar tajantemente a un autor dentro de la derecha, izquierda, liberalismo, conservadurismo o socialismo, pues en la actualidad estas tendencias se combinan. Este es el caso de Huntington, que dentro de la corriente de derecha armoniza dos ejes de pensamiento, por lo que se parte del supuesto que el autor mencionado pertenece a la ideología liberal-conservador, ya que combina ciertos criterios liberales con medidas conservadoras. Así mismo, la teoría con la que mejor encaja el autor es con la objetivo consensualista.

Inicialmente, se tratará de conceptualizar la palabra ideología, pero desde un punto de vista sociológico. Arnoletto (2007) parte de la constatación de que los hombres no pueden vivir en sociedad sin disponer de un sistema de representaciones que los vincule entre sí, pese a tener diferencias ocasionales o parciales. El autor hace una especie de problematización, al utilizar en su exposición ciertas ideas de Marx. La primera teoría de Marx que se utiliza, plantea la ideología como un sistema de representaciones, característico de las sociedades alineadas, es decir, de las sociedades divididas en clases. La ideología acá es un conjunto de ideas impuestas a la sociedad para defender los intereses de las clases dominantes, volviéndola una “falsa conciencia” que encubre relaciones fácticas de poder. Su principal objetivo es la justificación de las relaciones de dominación existentes. La segunda teoría utilizada, se refiere a la ideología como las formas de conciencia social que dan a la sociedad y al individuo una identidad y contribuyen a explicar las relaciones sociales y a organizar su modo de existir. Marx llamó a este tipo de ideología “de madurez”, siendo un nivel constitutivo de la sociedad. (Arnoletto, 2007)

Esto es importante, considerando que la ideología liberal conservador contiene o desarrolla una combinación de ambas, al menos si se toma en cuenta las tendencias de cada una. En lo que se refiere al liberalismo, (también llamado progresista) sus principales corrientes van desde limitar lo más posible el poder coactivo del Estado sobre la sociedad; se defiende la economía de mercado (“sistema capitalista” o de “libre empresa”); la libertad de comercio; la libre circulación de personas; sistema monetario rígido (para evitar su manipulación desde el sector gubernamental); Estado de Derecho; defensa de las minorías; la utilización de métodos democráticos para la elección de gobernantes; y en síntesis, el establecimiento de un orden mundial basado en la paz y en el libre comercio. (Huerta de Soto, 2008)

Por su parte, la ideología conservadora pone principal énfasis en la preservación de valores. El conservadurismo, como es llamado usualmente, no pone en duda o niega el cambio, pero si considera que éste debe ser lento y demostrado por experiencias anteriores, que es necesario y viable. Un aspecto importante sobre el conservadurismo, es que intenta asegurar una sobre representación política a la propiedad, así como su consideración sobre la naturaleza humana como inmodificable por la acción política, última que tampoco contiene una acción totalmente liberadora. En ese sentido, el conservadurismo puede ser considerado como el concepto opuesto a progresismo. El conservadurismo es el pilar sobre el que se asienta la denominación política de la derecha. Sus principales corrientes van desde la defensa de los valores tradicionales y de la cultura; la afirmación del orden; la protección de la estratificación social; el reconocimiento de la relación entre propiedad privada y libertad; y la importancia concedida a la religión dominante. (Arnoletto, Glosario de Conceptos Políticos, 2007)

Las ideologías antes expuestas se manifiestan en los distintos argumentos que Huntington desarrolla, por ejemplo, si se toma la “teoría de la modernización”, la cual se basa en el orden político como finalidad de la sociedad, conteniendo las posibles crisis e inestabilidad a través de regímenes autoritarios. (Bouza-Brey, 1997) Claramente estas afirmaciones se relacionan directamente con la ideología conservadora, si se toma en cuenta que el conservadurismo apuesta por la preservación del orden. No obstante, la “modernización” de la que Huntington habla se realiza bajo las coordenadas del desarrollo político y económico; y la participación política (movilización de grupos sociales dentro de la política), siendo su principal desafío la transformación de las estructuras políticas y económicas. (Lindenberg, 1972) Lo anterior, se puede vincular con la corriente liberal o progresista, pues ésta proclama la liberalización económica y el cambio; y la participación política de las minorías.

Otro ejemplo lo constituyen las diversas ideas que Huntington expone en su libro “El Choque de Civilizaciones”, en el que básicamente divide al mundo en los países occidentales y los no occidentales. En este sentido, defiende al sistema capitalista occidental (argumento liberal) en contraposición a “los demás”, aunque a su vez afirma que solamente a través de la preservación de la cultura occidental (argumento conservador), en específico, Estados Unidos, podrá hacer frente al levantamiento de las otras culturas emergentes (China e Islam).

Así pues, Huntington mantiene dentro de sus discursos y teorías argumentos liberales-conservadores, que en lugar de ser dispares, se desarrolla una visión combinada, al mismo tiempo que concuerdan con las teorías consensualistas, cuyos principios descansan en la fijación del orden y la armonía social, siendo éstos los principales rasgos que garantizan la continuidad de la sociedad a través del tiempo. Sobre esto, se podría decir que el pensamiento de Huntington deja ver ciertas características del neofuncionalismo, que forma parte de la corriente objetivo-consensualista, ya que en esencia el neofuncionalismo retoma de manera más amplia temas como el orden, el equilibrio y los sistemas de personalidad, cultural y social. Lo anterior, tiene coherencia, si se analiza la idea central de las teorías consesualistas y las de la ideología liberal-conservador, de las cuales se podría afirmar tienen el mismo objetivo: la preservación del orden social.

Si bien Huntington tiene criterios muy elaborados, tiene ciertas ideas que pueden quedar en tela de juicio, ya que el establecimiento y preservación del orden y otros aspectos que el autor afirma, dependen del contexto histórico y actual de las diversas sociedades y culturas, pues un precepto que ha sido funcional en algunas sociedades, no necesariamente lo será en otras. Existen diversas críticas, tanto sobre la ideología liberal y la conservadora, aunque la combinación de éstas radica en un pensamiento liberal en cuanto al aspecto económico y un pensamiento conservador, en cuando al orden social y los valores tradicionales. Lo esencial sería no caer en las ideologías extremistas o en las contradicciones de tendencias.

Bibliografía
• Arnoletto, E. J. (2007). Glosario de Conceptos Políticos. Eumednet. Texto complemto en: http://www.eumed.net/dices/listado.php?dic=3.
• Arnoletto, E. J. (2007). Introducción. En Curso de Teoría Política . Edición electrónica gratuita. Texto completo en www.eumed.net/libros/2007b/300/.
• Bouza-Brey, L. (02 de Septiembre de 1997). Huntington y la Teoría del Conflicto de Civilizaciones, Un Esquema Teórico de Interpretaciones de las Relaciones Internacionales. Recuperado el 04 de Octubre de 2008, de http://personal1.iddeo.es/lbouza/civiliz.htm
• Huerta de Soto, J. (2008). Liberalismo.org. Recuperado el 22 de Octubre de 2008, de http://www.liberalismo.org/articulo/306/13/liberalismo/
• Lindenberg, K. (1972). Revista de algunos libros sobre teoría del desarrollo político y socioeconómico publicados últimamente. Nueva Sociedad (01), 69 - 72.

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Huntington y las Migraciones


Huntington como un fiel sucesor de la ideología política conservadora en la sociedad estadounidense, está en contra de todo cambio que implique poner en peligro el orden social, esencialmente cuando se trata de “compartir” el territorio con una cultura “enemiga”. Por los argumentos presentados en su libro “El Choque de Civilizaciones”, se puede partir de la hipótesis que la construcción de un estereotipo cultural provoca la criminalización de los migrantes, y por consiguiente éstos son vistos como una amenaza a la seguridad nacional.

Inicialmente se tratara de definir el fenómeno migratorio, entendiendo que las migraciones internacionales han cambiado de manera significativa con el paso del tiempo, principalmente en años recientes. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el fenómeno de la migración se debe entender como el movimiento de una persona o grupo de personas de una unidad geográfica a otra a través de fronteras administrativas o políticas, que desean establecerse definitiva o temporalmente, en un lugar distinto a su lugar de origen. ((OIM), 2008)

Como menciona dicha institución, estos flujos migratorios han tenido gran influencia en los cambios sociales, económicos y culturales, ya que la migración ha estado presente en la mayoría de los grandes momentos históricos del mundo.

Estos movimientos humanos no solamente causan cambios como los anteriormente mencionados, sino también estos grupos se convierten en una población vulnerable, empezando por la posición en los que se encuentran sus derechos humanos, principalmente desde los estándares esenciales de estabilidad política y desarrollo social y económico. (Grant, 2005).

La situación de los migrantes, se agrava aún más cuando pensantes como Huntington empiezan a enunciar identidades, que tratan de establecer lo que separa a unos de otros, es decir, lo que diferencia una cultura de otra. La identidad se define siempre en un campo estratégico donde lo que importa son las fronteras. (Escalante Gonzalbo, 2006)

Escalante (2006) argumenta que la principal preocupación que Huntington manifiesta es la decadencia de la cultura estadounidense e incluso la pérdida de su identidad. Es por esta razón que Huntington identifica como una amenaza a la migración, en especial hispana e islámica, ya que estos individuos ponen en riesgo los valores estadounidenses tradicionales, ya sea por su integración a la sociedad o por la forzada convivencia que de ello se produce.

La amenaza que Huntington identifica es en gran manera influenciada por el auge y reivindicación que las diferentes culturas han tenido en los últimos tiempos. A Huntington se le podría calificar de etnocentrista, si se toma en cuenta la manera en la que defiende a la supuesta identidad estadounidense, que a final de cuentas está basada en el colonialismo británico, superponiéndose al multiculturalismo que defiende a los pequeños y diversos grupos étnicos.

La protección de la identidad estadounidense se ha traducido en la criminalización de los migrantes, en el sentido que a través de la manipulación de estereotipos, se discrimina y se predetermina la imagen de ciertos grupos culturales. Es por ello que la hipótesis planteada se afirma, si se observan los hechos recientes en donde el tratamiento a los migrantes, es decir, las políticas migratorias se determinan o vislumbran a la luz del tema de seguridad nacional, tratando a los migrantes como criminales o terroristas. Esto desemboca en las deportaciones masivas, en la negación del ingreso a los países, en violaciones a los derechos humanos de los migrantes, y en el peor de los casos, en la muerte.

Toda esta fortificación cultural se ha manifestado es a través de las fronteras y su protección. Un claro ejemplo es el de Estados Unidos, que ha mandado a construir un muro en su frontera sur y la casi militarización de la misma.

En conclusión, para Huntington la identidad estadounidense está íntimamente vinculada con la supremacía de la cultura occidental y todo lo que ello implica. Sin embargo, vale la pena resaltar que estigmatizar a ciertos grupos culturales es un rasgo de culturas atrasadas y poco civilizadas, supuestos que van en contra de la “democracia estadounidense”. En suma, si se desea una orden mundial pacífico y armonioso, la tolerancia es uno de los pilares en donde éste debe descansar, pues el tiempo de la Guerra Fría terminó y con él el mundo dividido en bloques.

Bibliografía

• (OIM), O. I. (2008). Fundamentos de Gestión Migratoria. Recuperado el 26 de Agosto de 2008, de Organización Internacional para las Migraciones, La Agencia para las Migraciones: http://www.iom.int/jahia/Jahia/lang/es/pid/240
• Escalante Gonzalbo, F. (2006). Cultura Latina en Estados Unidos, El Enemigo en Casa. Nueva Sociedad (201), 46-60.
• Grant, S. (2005). Migración Internacional y Derechos Humanos. Comisión Mundial sobre las Migraciones Internacionales.

lunes, 13 de octubre de 2008

Método de Análisis (Samuel Phillips Huntington)

El método de análisis que utiliza Huntington en sus diversos estudios sobre la política, van desde análisis históricos, análisis sistémicos, análisis comparados, análisis situacionales y análisis de prospectiva. Esto se muestra en los diferentes libros que ha publicado, refiriéndose a diferentes situaciones de las cuales hace una “predicción”. Tomando los ejemplos que en los ensayos anteriores se han desarrollado, se menciona uno de los libros más famosos de Huntington el cual tiene como título “El Orden Político en las Sociedades en Cambio”, texto en el cual el autor realiza un análisis comparado de los distintos países de varias regiones, principalmente aquéllos que se encuentran en vías de desarrollo (Asia, África y América Latina). Pero el análisis de Huntington es aún más exhaustivo, pues no solamente compara sino también estudia las diferentes situaciones en las que se encuentran estos países, específicamente sus instituciones políticas de frente al cambio social y económico.

Así mismo, se podría decir que el autor realiza un análisis sistémico de la política y las instituciones gubernamentales, es decir, como un todo, desarrollando diferentes temas, como lo son el estudio de las causas de los movimientos revolucionarios, la intervención de los militares en la política, las circunstancias que convierten a la reforma en un estímulo de la revolución, el papel de la corrupción, el dilema entre reforma y libertad en las sociedades tradicionales, la función de los partidos políticos y de la actividad política democrática y competitiva en la estabilidad política democrática. Como resultado de todas estas exposiciones, el autor se atreve a dilucidar una teoría propia, la teoría de la modernización, la cual ha servido como base para realizar estudios comparados. (Magna, 2007)

Otra de sus obras que ha sido de las más controversiales es “El Choque de Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial” en el cual realiza un análisis de diferente tipo. Por ejemplo, Huntington se focaliza en analizar históricamente los antecedentes y orígenes de diversas civilizaciones para así entender el presente, del cual también realiza un análisis situacional, ya que estudia meticulosamente las relaciones culturales que actualmente están determinando el qué hacer político. Por mencionar algo, se puede hacer referencia a la contraposición que claramente existe entre Occidente y los países no occidentales o la relación que existe en el hecho que la cultura islámica ha dejado entre ver la incapacidad de la democracia para incrustarse en los sistemas políticos de muchos de los países musulmanes.

Sobre lo anterior, es necesario mencionar que Huntington realiza una especie de “predicción” sobre el choque de civilizaciones, desarrollando históricamente el antagonismo de Occidente y el Islam. Éste se remonta desde los mismos inicios del cristianismo, ya sea ortodoxo u occidental, en donde la relación con el Islam siempre fue tempestuosa. A eso se le agregan mil cuatrocientos años de disparidad, siendo la misma historia quien desmiente lo que el Ex Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton afirmó “Occidente no tiene problemas con el islam, sino sólo con los extremistas islamistas violentos”. (Huntington, 1996) Es por esto que entre ambas regiones la relación siempre ha sido y seguirá siendo tormentosa, ya sea por las petulancias e imposiciones de occidente o por los extremismos y oposiciones del mundo musulmán, dando como resultado el choque de civilizaciones. (Huntington, 1996)

El producto de este análisis se confirmó cuando fueron los ataques de septiembre del 2001, demostrando que la tesis de Huntington era verdadera. Se podría decir que el autor basándose en un análisis de prospectiva, logró visualizar el futuro, aunque si se observa, el análisis de Huntington se caracteriza por incluir el pasado, presente y futuro, lo que lo convertiría en un análisis de coyuntura.

Trabajos citados
• Huntington, S. (1996). El Islam y Occidente. En S. Huntington, El Choque de Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial" (págs. 280 - 292). Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, S. A.
• Magna, L. A. (2007). Libros Aula Magna, Ciencias Sociales. Recuperado el 11 de Octubre de 2008, de http://www.librosaulamagna.com/libro/EL_ORDEN_POLITICO_EN_LAS_SOCIEDADES_EN_CAMBIO/24119/5645

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Análisis de Coyuntura: “Aprobación Ley de Armas”


Actualmente Guatemala pasa por una situación crítica con respecto al tema de seguridad. La seguridad de un ciudadano se podría resumir en el respeto y preservación de todo derecho mínimo inherente a la persona humana, y más importante aún, del Estado de Derecho, el cual es violentado a diario por la ola de terror que se vive en el país. Un factor que influencia directamente en el asunto es la proliferación de armas y municiones, ya sea en el mercado lícito o ilícito. En Guatemala existe una iniciativa de ley que regula la posesión de armas, sin embargo es permisiva y hasta el momento no existen resultados claros. El camino comenzó cuando el proyecto de ley fue presentado ante el Congreso de la República el 14 de abril de 2004, oportunidad en donde la Comisión de Gobernación dictaminó a favor, aunque lo modificó en enero de 2005. (Blas, 2008) La ley de armas en esa oportunidad, era ofrecida por los legisladores como la primera iniciativa del paquete de seguridad con carácter de urgencia nacional. (Del Cid, 2005)

En el mismo año de 2005, el proyecto regresó a la sala, para un nuevo dictamen, el que se presentó en agosto de 2005 y se le hicieron nuevos cambios. Se aprobó en tercera lectura y se quedó engavetada. (Blas, 2008) En el presente año, se retomó el proyecto, para el que se tenían presentadas ya más de 80 enmiendas que se suponía ya tenían consenso. El 27 de febrero se esperaba que fuera aprobada, pero el presidente de la Comisión de Gobernación, Luis Mendoza, pidió un mes de plazo para analizar las posibles enmiendas. Posteriormente, con el argumento que eran demasiadas reformas, se decidió que se redactara una nueva iniciativa. (Blas, 2008) Entre los principales temas de polémica se encuentran la cantidad de municiones que se permite adquirir, ya que la actual iniciativa permite dos mil municiones, misma que se reduciría a 500 mensuales –las organizaciones civiles insistían en que ese número debía limitarse a menos de 300 mensuales- (Blas, Nueva ley da libertad para adquirir armas y municiones, 2008); el Departamento de Armas y Municiones (DECAM) –según los acuerdos de paz, debería estar bajo el control de la sociedad civil- continua como dependencia del Ministerio de Defensa, pero pasaría a manos del Ministerio de Gobernación; la tenencia de armas se ampara con una sola licencia para un máximo de hasta tres armas; la disposición de que los comerciantes deban permanecer conectados en línea con el DECAM y la tipificación como delito de arma hechiza, la portación ostentosa e intimidatoria. (Cardona, 2008)

Una vez más el 8 de octubre se intentó aprobar la ley, ya clasificada “de urgencia nacional” la cual, sin embargo, no fue aprobada por falta de quórum, pues poco a poco el hemiciclo se fue quedando vacío. La falta de consenso es recurrente, de igual manera, por los mismos temas. Se supone que por no ser aprobada, la Comisión de Legislación deberá retomar la discusión artículo por artículo. (Osorio, 2008) Es importante mencionar que el presidente de la Comisión de Gobernación, Luis Mendoza, tiene vínculos directos (propietario) con dos empresas que importan y exportan armas, constatándose esta información en el Registro Mercantil, en donde las empresas Falcon Arms y El Gavilán, ubicadas en Alta y Baja Verapaz pertenecen a Mendoza, quien además es militar retirado y trabajó en el Departamento de Control de Armas y Municiones. No obstante, Mendoza alega ya no tener ninguna relación con ambas empresas o cualquier negocio que involucre armas, municiones o accesorios para las mismas. (Blas, Conflicto de intereses en el Congreso por ley de armas, 2008)

Toda esta situación ha causado un gran revuelo, sin dejar de mencionar las fuertes criticas de diputados y sociedad civil. Así mismo, otra cantidad de diputados han sido acusados de mantener “relaciones retribuidas” con empresarios de armas y de seguridad, sin dejar de mencionar el papel que desempeña el crimen organizado a través de diversas redes. Esto proporciona una vista simple de lo que posiblemente pueda ocurrir en un futuro, pues claramente se ve el manejo o trasfondo de los atrasos y la supuesta falta de consenso con respecto a las enmiendas de dicha ley, sin dejar de incluir que el encargado de la Comisión en donde la iniciativa es redactada es un empresario importador y exportador de armas, por lo que es imposible involucrarse sin participar en beneficio propio o ajeno, favoreciendo a empresarios de armas. Otro tema importante, es el hecho que el DECAM pase a manos del Ministerio de Gobernación, tomando en cuenta que en estos momentos esa institución está muy lejos de ser eficiente, pues basta con observar la situación actual de la Policía Nacional Civil. Para que este traslado funcione, se debería institucionalizar y reformar dicho Ministerio, de lo contrario, sería una potencial amenaza para la seguridad nacional y un aumento a la corrupción e impunidad.

Desafortunadamente, como se observa en los elementos anteriores, un escenario posible sería la aprobación de la ley sin mayor modificación, y si la tiene, debido a la manipulación que existe desde la misma Comisión encargada de su redacción, el mercado negro se encargara del abastecimiento y proliferación de las armas y municiones, pues las organizaciones criminales están dentro del mismo aparato estatal. Así mismo, las empresas de seguridad y de armas, no permitirán que la Ley sea demasiado estricta, ya que su negocio se vería directamente involucrado, por lo que no dudaran en soltar prenda a cualquier legislador o funcionario que tenga poder de decisión. En cuanto a las demandas de la sociedad civil, se les podrá dar gusto en algunas enmiendas, solamente para mantener las apariencias, mientras que las de verdadero peso no tendrán mayores cambios. Por último, la administración del DECAM será “paulatinamente” otorgada al Ministerio de Gobernación, así la red criminal estará mucho más organizada y tendrá el total y completo control del movimiento de armas en el país, coadyuvándose con la permisiva Ley de Armas.


Trabajos citados

• Blas, A. L. (10 de Julio de 2008). Conflicto de intereses en el Congreso por ley de armas. Prensa Libre, Edición Electrónica , pág. http://www.prensalibre.com/pl/2008/julio/10/249696.html.
• Blas, A. L. (11 de Septiembre de 2008). Nueva ley da libertad para adquirir armas y municiones. Prensa Libre, Edición Electrónica , pág. http://www.prensalibre.com/pl/2008/septiembre/11/262931.html.
• Cardona, K. (06 de Octubre de 2008). Prevén enmiendas en ley de armas. Prensa Libre, Edición Electrónica , pág. http://www.prensalibre.com/pl/2008/octubre/06/268032.html.
• Del Cid, M. (27 de julio de 2005). Ley de armas será el primer paso . Prensa Libre, Edición Electrónica , pág. http://www.prensalibre.com/pl/2005/julio/27/119717.html.
• Osorio, J. (8 de Octubre de 2008). Fracasa intento por aprobar ley de armas. Prensa Libre, Edición Electrónica , pág. http://www.prensalibre.com.gt/pl/2008/octubre/08/268454.html.

domingo, 5 de octubre de 2008

Teoría Política

La teoría política que desarrolla Huntington es elaborada y sobre todo rica en multiplicidades, pues tiene una abundante producción intelectual que trata todo el aparato estatal y las formas de gobierno. Así mismo, Huntington se ha destacado por ser uno de los politólogos norteamericanos más influyentes, no sólo en el ámbito de la Ciencia Política, sino también en el de la Política Exterior norteamericana y de otros Estados.

Entre las principales teorías que Huntington desarrolla se encuentra la “Teoría de la Modernización” a través de su libro “Political Order in Changing Societies”; y “Teoría del Conflicto de Civilizaciones” que manifiesta por medio del libro “El Choque de Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial”.

La Teoría de la Modernización pretende desarrollar el concepto de “orden político” como finalidad y no como modelo político constante o real. Las coordenadas en las que Huntington basa este término consisten en el desarrollo de las instituciones políticas y la movilización de grupos sociales nuevos en la política. Los principales conceptos vinculados con la idea de “orden político” van desde las instituciones políticas, participación política y estabilidad política.

Huntington se interesa por el conflicto teórico que engloba la teoría del desarrollo político como un proceso de sociedades en transición, semejante a las teorías de crecimiento y desarrollo económico. Las variantes más importantes del desarrollo político son: en sistemas políticos tradicionales, en regímenes militares considerando especialmente los países en vías de desarrollo, las modalidades y condiciones previas del desarrollo revolucionario, tanto como las aproximaciones reformistas. Otros temas relacionados son los partidos políticos y la movilización rural.

El desafío de la "modernización" socio-económica postula en todo caso la transformación de las estructuras políticas tradicionales a través de la promoción de la conciencia y participación políticas. Así mismo, Huntington afirma que la modernización tiende a producir una movilización social que agrava los conflictos existentes o hace surgir otros nuevos. Por ello, para él, la modernización produce una crisis de institucionalización, que conduce a la inestabilidad política y al desorden, los cuales sólo pueden ser contenidos mediante regímenes autoritarios.

La segunda de las teorías importantes es la que trata el Conflicto de Civilizaciones. En su libro “El Choque de Civilizaciones” Huntington afirma que después de la caída de la Unión Soviética el orden mundial cambió totalmente, alejándose por completo del paradigma bipolar que se manejó durante la Guerra Fría, consiguientemente produciendo que los nuevos conflictos fueran de orden cultural: “….la política global empezó a reconfigurarse en torno a lineamientos culturales.” (Huntington)

Según Huntington, en tiempos de posguerra fría por primera vez en la historia se dio el caso que la política global fuese multipolar y multicivilizacional y por el contrario de lo que se creía, aún cuando la cultura occidental es y seguirá siendo la más poderosa, nunca se dará la occidentalización de otras culturas, pues éstas tienen dos opciones, o se unen a Occidente o se oponen a ella tratando de expandir su propio poderío económico y militar para resistirle y crear un contrapeso. Esto por consiguiente, ha provocado que Occidente haya perdido mucha de su influencia y de allí se puede ver que las civilizaciones asiáticas aumenten su poder económico, militar y político; que el islam experimente una explosión demográfica que desestabiliza a los países musulmanes y a sus vecinos; y que las civilizaciones no occidentales cada vez reafirmen los valores de sus propias culturas.

Pero esta revolución cultural no termina, pues modernamente está surgiendo un orden global que gira en torno a la civilización, creando que los países o Estados afines, culturalmente, se unan para cooperar (ej. Unión Europea) mientras sociedades que no comparten el mismo origen cultural tengan más dificultad para relacionarse entre sí. Este fenómeno tiene un efecto negativo en Occidente, pues sus pretensiones universalistas entran en conflicto con más frecuencia (de forma más grave con el Islam y China).

Finalmente, Huntington propone que, en orden de la supervivencia de Occidente, Estados Unidos depende de la reafirmación de su identidad occidental y de que los occidentales adopten su civilización como única y no universal, así como de la unión de sus integrantes para la renovación y preservación, para hacer frente a los ataques no occidentales. Esto último, en una entrevista concedida poco después de los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001, Huntington lo considera como la confirmación más fehaciente de su hipótesis sobre el choque de las civilizaciones.

Concluyendo, las teorías propuestas por Huntington son valiosas desde muchos puntos de análisis de la política internacional, no obstante, se debe mantener una opinión crítica sobre algunos temas relevantes. Por ejemplo, la afirmación que hace sobre el vínculo entre la estabilidad política y los regímenes autoritarios o la supervivencia estadounidense en contraposición a las culturas no occidentales.

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Ensayo: “Paradigmas Posguerra Fría en un Mundo Multipolar y Multicivilizacional”


Huntington estudió los diferentes mapas o paradigmas propuestos al final de la Guerra Fría para representar la realidad y mucho más importante, para entenderla. Entre ellos se puede mencionar primeramente el paradigma: Un solo mundo: euforia y armonía, que se basaba en la suposición de que el final de la Guerra Fría significaba el fin de todo conflicto importante en la política global y el comienzo de un mundo relativamente armonioso. En este sentido, Huntington utiliza la tesis planteada por Francis Fukuyama, que afirma que el final de la Guerra Fría era prácticamente el final de la evolución ideológica y la universalización de la democracia liberal occidental, consagrando un futuro alejado de las luchas sobre ideas y focalizándose en problemas económicos y triviales. El autor explica que las expectativas de armonía fueron amplias y el mundo se modificó a principios de los años noventa, sin embargo, esto no lo hizo necesariamente pacífico y se topó con el surgimiento de conflictos étnicos; el quebrantamiento de la ley y el orden; nuevas alianzas entre Estados; el resurgimiento de movimientos neocomunistas y neofascistas; y la intensificación del fundamentalismo religioso. Claramente este paradigma estaba demasiado lejos de la realidad en un marco posguerra fría.

El segundo paradigma estudiado por Huntington es: Dos mundos: nosotros y ellos, en donde diversos investigadores han analizado el mundo partiendo de los binomios Oriente y Occidente; norte y sur; centro y periferia. Es como dividir el mundo en zonas de paz y zonas de conflicto. Según Huntington, la división más común es la establecida entre países ricos y países pobres, correlacionándolo históricamente con la división económica entre Occidente y Oriente, en donde sus diferencias, más allá de económicas, son culturales. Al mismo tiempo, las diferencias económicas conllevan un enfrentamiento entre sociedades, principalmente cuando las sociedades ricas intentan conquistar y colonizar a las sociedades pobres y más tradicionales. Huntington asevera que en el plano más general, los conflictos entre ricos y pobres son improbables, ya que los pobres carecen de unidad política, poder económico y capacidad militar para enfrentarse a los países ricos. Un elemento más que Huntington desarrolla es el mito creado por Occidente respecto a la bifurcación cultural de lo que no es Occidente y la dicotomía Oriente-Occidente. Estos mitos tienen el defecto de dar por sentado una superioridad intrínseca de Occidente sobre Oriente. La polarización cultural de Oriente y Occidente, afirma Huntington, “es una consecuencia más de la práctica universal, pero desafortunada, de llamar a la civilización europea -civilización occidental-”. Es por ello que Huntington manifiesta que el mundo es demasiado complejo para dividirlo económicamente entre norte y sur, o culturalmente entre este y oeste.

Un tercer paradigma que Huntington menciona es el de Ciento ochenta y cuatro Estados, más o menos, que se basa en la teoría realista de las relaciones internacionales. Esta teoría posiciona a los Estados como los actores principales de los asuntos mundiales, planteando que la relación entre Estados es de anarquía, por tanto, deben maximizar su poder para asegurar su supervivencia y seguridad. Cuando un Estado aumenta su poder y se convierte en una amenaza para cualquier otro Estado, éste último intentará proteger su seguridad reforzando su poder o aliándose con otros Estados. Según la teoría o paradigma estatista, se supone que los Estados ven sus intereses del mismo modo y actúan de la misma manera. Respecto a la aseveración que los Estados deben comprenderse desde el punto de vista de la acumulación y mantenimiento del poder, Huntington muestra una negativa, pues dice “….si eso fuera todo lo que hacen, los países europeos occidentales se habrían coaligado con la Unión Soviética contra los Estados Unidos a finales de los años cuarenta.” Según el pensamiento de Huntington, los valores, la cultura y las instituciones influyen en el modo en que los Estados definen sus intereses, pues los Estados con culturas e instituciones semejantes verán intereses comunes y entrarán más a menudo en conflicto con países culturalmente distintos. Huntington analiza un cambio en la política global que consiste en el aminoramiento del protagonismo de los Estados, aunque no niega que éstos siguen siendo los actores básicos de los asuntos mundiales, si han perdido un poco de soberanía, de funciones y de poder, pues actualmente las instituciones internacionales han ganado derecho a juzgar y restringir su actuación.

Un cuarto y último paradigma es el llamado Puro caos. Huntington habla del debilitamiento de los Estados utilizando el concepto de “Estados frustrados” dilucidando una imagen de mundo anárquico. Este paradigma subraya la quiebra de la autoridad gubernamental; la desintegración de los Estados; la intensificación de los conflictos tribales, étnicos y religiosos; la aparición de mafias criminales de ámbito internacional; el aumento del número de refugiados; la proliferación de armas nucleares y de destrucción masiva; el terrorismo; la frecuencia de masacres y la limpieza étnica. Huntington afirma que este paradigma es mucho más cercano a la realidad, pues grafica el mundo moderno, pero esto mismo es su principal limitación, ya que bajo un lineamiento tan crudo es imposible entender el mundo y la importancia de los acontecimientos, principalmente para predecir las tendencias de la anarquía y para distinguir los diferentes tipos de caos, sus causas y consecuencias.

Estos paradigmas tienen distintos enfoques, sin embargo, tienen una característica en común y es que los cuatro mencionan a los conflictos sociales, étnicos o culturales, dando validez a la propuesta de Huntington que, en el tiempo de posguerra fría la política global cambió para volverse multipolar y multicivilizacional. Si hubiese una nueva propuesta, bien sería articulada a base de elementos de cada uno de los paradigmas anteriores, pero con la inclusión del enfoque étnico o civilizacional. De todo lo anterior, lo cierto es que los conflictos étnicos entre Estados o grupos culturales se han multiplicado, principalmente de aquellos que proceden de distintos orígenes culturales y aún más, cuando otros Estados entran en defensa de grupos afines, como bien lo menciona Huntington, por ejemplo los choques entre clanes en Somalia, los conflictos entre tribus en Ruanda, Bosnia, el Cáucaso, Asia Central o Cachemira, aunque se encuentren en la misma localidad. Esto es verídico si se contrapone con las uniones de países o Estados que tienen la misma visión cultural, pues cooperan y confían los unos en los otros (el ejemplo por excelencia que Huntington menciona es la Unión Europea), aunque desde primera vista, se podrían incluir también los bloques económicos simbólicos que se forman entre Estados a través de tratados y convenios internacionales (ej. NAFTA).

Para concluir, Huntington plantea diversas propuestas y analiza todo el embalaje que resultó de la caída de la Unión Soviética, que se confrontó a la realidad que de ello se produjo. Autores como Francis Fukuyama proponen una crítica bastante fuerte como cierta, pues a partir de este acontecimiento se ha vivido una crisis ideológica mundial, aunque esta teoría está expuesta y sujeta a otra diversidad de análisis. El tema de la culturalidad, tanto a nivel mundial como local, debe estar situada entre los primeros lugares de tratamiento político, pues en lugar de la homogeneización debe optarse por sobrellevar dentro de la agenda, ya sea gubernamental o internacional, las diferencias entre civilizaciones. “…los choques de civilizaciones son la mayor amenaza para la paz mundial; un orden internacional basado en las civilizaciones es la garantía más segura contra una guerra mundial”.